El momento de un gran evento
Pero al mismo tiempo que los valencianos hemos sido nefastos en la planificación, hemos sido bastante buenos en la ejecución. A la hora de la verdad, el Veles e Vents estuvo acabado en tiempo récord, las gradas de carreras y conciertos estaban montadas, los anuncios en los periódicos, los asistentes acreditados, los platós preparados. Y la experiencia de locales y visitantes estuvo a la altura de las expectativas. Esta idea, que le robo a Pau Rausell, me parece muy sugerente; tanto como nos hemos equivocado en el plano de la planificación, hemos sido muy eficaces para la ejecución.